Cuando Rahula tenía siete años de edad se convirtió en discípulo de su padre, y comenzó su entrenamiento como monje.
Su padre era Shakyamuni Buda.
Una de las enseñanzas mas importantes que el Buda impartió a su hijo fue sobre la implicancia de ser veraz y honesto: “Si quieres hallar la verdad, deberás comenzar con ser veraz contigo mismo” (“Rahula Sutta” – Majjhima Nikaya 61).
Las enseñanzas del Buda dirigidas a los niños no son tan ampliamente conocidas. Sin embargo, mucho hay para reflexionar sobre el significado profundo del poder formativo que los valores del budismo pueden tener sobre los mas pequeños.
El budismo presenta a los niños una manera de vivir basada en la consciencia de sí mismo y de su relación interdependiente con todos los seres. Esta práctica hincapié en la importancia de aprender de los propios errores y ser responsables de las acciones y sus consecuencias, siempre cultivando la compasión y sabiduría.
Las enseñanzas del budismo pueden entonces ayudar a los niños a comprender que mas allá de su intención, cada acto tiene consecuencias tanto inmediatas como a largo plazo que son desconocidas en el presente. Las Cuatro Nobles Verdades ayudarán también a forjar una forma de vivir la vida que permita a los niños en su etapa formativa la identificación del apego y sus consecuencias en relación al sufrimiento.
La meditación, que tan importante es en la práctica budista, puede no ser solo cosa de adultos.
Para leer
Varios autores, entre los que se encuentra Thich Nhat Hanh con su libro “Un guijarro en el bolsillo: El budismo explicado a los niños”, han escrito interesantes y valiosos textos sobre este tema. «Hacer Buda» es una guía sencilla de meditación para niños, y una maravillosa historia que se resume en las plabras del autor: «A mí me ha ayudado mucho haber empezado a meditar siendo todavía un niño, cuando llegaba del colegio, hacía mis deberes y le decía a mi padre: “Papa, ¿hacemos Buda?”». Aunque son libros escritos principalmente para niños, los padres, maestros y personas de cualquier edad pueden beneficiarse de su lectura y aprender de las enseñanzas de Buda.
La meditación, que tan importante es en la práctica budista, puede no ser solo cosa de adultos. Los niños pueden también aprender a cultivar paz interior y desarrollar formas de pensar y actuar positivas. Descubrir maneras constructivas de afrontar los problemas, la capacidad de sentir paz interior y métodos para mejorar sus cualidades, les ayudará durante la niñez y también a medida que se hagan mayores.